CLARIN
Miércoles, 7 de septiembre de 2005
"ES ERRÓNEO HACERSE EL SIMPÁTICO CON EE.UU. TRAS DEJARLO EN LA BANQUINA"
Claudio Mario Aliscioni
Aznar cuestionó así al socialismo español por haber retirado las tropas de Irak. Según el líder del Partido Popular, el mundo es mejor sin Saddam Hussein.
Dice que está retirado de la política activa, pero no se le nota demasiado. Siempre polémico, el ex jefe del gobierno español, el conservador José María Aznar, carga sin medias tintas contra su sucesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, por haber retirado las tropas españolas de Irak: "Es una política errónea hacerse el simpático con EE.UU. luego de haberlos dejado en la banquina", afirma sin titubear.
Aznar dominó la agenda española durante ocho años de gestión (1996-2004). Pero su agrupación, el Partido Popular (PP), perdió las elecciones legislativas tras los atentados terroristas en el barrio Atocha de Madrid, el 11 de marzo de 2004.
Amable y de buen humor, Aznar rechaza con una sonrisa emprender una autocrítica sobre su gobierno, cuestionado por haber enviado soldados a Irak tras la invasión de EE.UU. Pero no duda en afirmar que "el mundo es mejor sin Saddam, sin los talibanes".
Llegó a la Argentina para presentar su nuevo libro, "Retratos y perfiles. De Fraga a Bush". Y accedió a dialogar con Clarín.
— Sin la presión del poder ¿qué autocrítica puede hacer? ¿De qué se arrepiente?
— Sería presuntuoso decir que todo lo hice bien, y estúpido decir que todo lo hice mal.
— ¿Y qué hizo mal?
— Seguro que hice cosas mal. Pero lo importante es el balance. Mi país era más fuerte política, económica, internacionalmente cuando dejé el cargo.
— Pero ¿hizo algo que le parezca desacertado?
— No le voy a decir (sonríe). Porque si digo algo, va a salir 'Aznar reconoce tal cosa, Aznar reconoce tal otra'. ¿Por qué tengo que ahorrarles el trabajo a los demás?
— ¿Influyó el 11-M en la derrota electoral de su partido?
— Sí, decisivamente. Los terroristas buscaban la caída del gobierno y lo consiguieron. Pero es un mensaje muy peligroso para las democracias, porque los terroristas saben ahora que influyen en los procesos electorales. Pero esto fue agravado cuando, después del 11-M, el gobierno se retiró de Irak. Esto se lo ha querido compensar con soldados españoles en Afganistán de una manera absurda y perjudicial para España.
— ¿Por qué absurda?
— Porque hay cosas que no se compensan. Cuando te bajas de un tren no lo compensas subiéndote a otro. Entonces, intentar hacerse el simpático con EE.UU. después de haberlos dejado en la banquina es una política errónea.
— ¿El envío de tropas españolas a Irak no influyó?
— España no mandó tropas a ninguna guerra. Formaba parte de la coalición internacional...
— Pero no era un país más, era un aliado clave de EE.UU.
— Sin duda ninguna. Y estuvo donde tenía que estar cumpliendo con sus obligaciones.
— ¿No pesó en la derrota que el 70-80% de su país se opusiera a la guerra?
— No, lo que influyó es que ocurrió lo que nunca había ocurrido. Y es que una oposición, en lugar de hacer responsables a los terroristas del atentado, hizo responsable al gobierno y vinculó la derrota del gobierno a Irak.
— ¿El mundo es más seguro después de la guerra?
— El mundo es mejor sin Milosevic, sin Saddam Hussein, sin los talibanes.
— Pero desde entonces hubo muchos atentados...
— Claro, pero ¿cómo sería el mundo si no se hubiese actuado en contra de ellos? El mundo de hoy tiene muchos problemas, pero es mejor de lo que era antes. Medio mundo comunista, medio mundo con talibanes, con Saddam...
— ¿Y por qué atacar sólo a Irak con tantos indeseables?
— Irak era una amenaza para los gobiernos de la zona. No respetó unas 20 resoluciones de la ONU. Había que terminar con eso.
— Convengamos que se justificó la guerra diciendo que tenías armas prohibidas y eso fue una mentira.
— Se hablaba del respeto a la legalidad, de las amenazas, de las armas, armas que fueron utilizadas contra varios países, contra su propio pueblo.
— Pero eso fue en los 80, contra Irán y contra los kurdos...
— No, no. Hablo ya de la década del 90. Saddam Hussein demostró que no quería cumplir sus obligaciones. Por eso la ONU debía reaccionar, salvo que se convirtiera en un organismo inservible.
— Coincidirá conmigo en que Bush fue criticado justamente por ir a la guerra ignorando a la ONU.
— No estoy de acuerdo. Lo que hizo fue ir a la ONU, plantear allí el problema y pedir su respaldo. Hay que ser justo: Bush buscó el consenso de la ONU.
— ¿Y si fue así por qué lo criticaron tantos países?
— Criticar al país más poderoso del mundo y a su presidente forma parte de uno de los ejercicios con que se divierten muchos casi todos los días, ¿no?
— ¿Y qué le parece la gestión del actual gobierno socialista en España?
— Es el peor gobierno que ha tenido España en toda la historia democrática.
— ¿Tan duro, tan tajante?
— Tan duro, no; es real. Incluso es peor que el anterior gobierno socialista (de Felipe González).
— Debe admitir que la economía funciona muy bien...
— Bueno, recibió el país más rico de los últimos años en España, ¿no?
— ¿Entonces en qué se basa para criticar tanto a los socialistas?
— España es un país en riesgo. El gobierno ha destruido la política antiterrorista, ha puesto en riesgo los consensos básicos de la transición española, divide a la sociedad con políticas radicales, es el primer gobierno que en lugar de buscar el consenso y las negociaciones busca la radicalidad y los extremos...
— Bueno, eso es lo que decían de usted en la última parte de su mandato, cuando usted tenía la mayoría y no conversaba con el resto.
— No, al contrario, yo conversaba con todos. Lo que pasa es que no le decía que sí a todo el mundo.
—En "Retratos y perfiles" usted anticipa que escribirá otro libro de memorias sobre personas no incluidas en esta obra. ¿Mencionará allí a Felipe González? Porque en el que presenta ahora no le dedica una línea...
— Bueno, el libro no puede ser un libro interminable. Hay muchos personajes en el mundo de los que se puede hablar.
— Pero convendrá en que Felipe González es un personaje importante en la historia española actual.
— Sí, claro (sonríe), y hay otros más importantes. |